El alcalde de Gálvez, Manuel Fernández Lázaro-Carrasco, ha dado a conocer en el Pleno celebrado este viernes la propuesta para la concesión de Honores y Distinciones aprobadas en la Junta de Gobierno local celebrada el pasado 30 de abril y que llevará a un próximo Pleno Extraordinario, y como único punto del día como regula el Reglamento de Honores y Distinciones de Gálvez aprobado en enero del 2023, el reconocimiento a ilustres personalidades de Gálvez. Entre ellas, el pintor Leopoldo Morán Corral, el escultor Francisco García López «Kalato», el diseñador de moda Ulises Mérida, al equipo sanitario de Gálvez durante la pandemia y al futbolista Kike Pérez. Ellos han sido los primeros en recibir este reconocimiento del pueblo de Gálvez.
Las distinciones se entregarán en próximas fechas, en un acto solemne en el Auditorio Municipal de Gálvez, acompañados del calor de sus vecinos.
Así, se ha instruido expediente para nombrar Hijo Predilecto, ambos a título póstumo, a Leopoldo Morán (1914-1992) junto a Kalato (1933-2004). Del mismo modo, se otorgarán las Medallas de Oro del municipio a Ulises Mérida, al equipo sanitario de Gálvez durante la pandemia: Antonio Fernández-Pro Ledesma, Antonio Prieto Perea, Luisi Sánchez García y Reyes Conejo de la Cruz; y al futbolista Kike Pérez. La instrucción de los expedientes recayó en la primera Teniente de Alcalde Ana Silva Braojos.
El Reglamento de Honores y Distinciones de Gálvez tiene como objeto regular los honores y distinciones que el Ilustrísimo Ayuntamiento de la localidad tenga a bien conceder, orientado a premiar méritos excepcionales en todos los órdenes o servicios destacados, siempre que lo hayan sido con especial beneficio o repercusión para la localidad.
Francisco García Kalato (1933-2004) ha sido uno de los escultores más conocidos de la provincia de Toledo del siglo XX. Vivió en Gálvez hasta los 18 años, emprendiendo su carrera artística con una beca de la Diputación Provincial de Toledo, lo que le posibilitó entrar a realizar sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos –la que fue su casa hasta su jubilación en 1998- de la mano de su maestro de talla en piedra, Cecilio Béjar. Tras finalizar sus estudios se incorporó como profesor de la Escuela de Artes de Toledo. En 1958 colaboró con el artista Victorio Macho en la Casona, actualmente sede de la Fundación Toledo. En 1987 fue nombrado académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Siguió desarrollando su trabajo como escultor, exponiendo su obra en salas de Toledo, Madrid, Cuenca y Ciudad Real, hasta su muerte en abril de 2004. Ha dejado un legado de más de 700 obras, entre ellas, el Monumento al trabajo con imágenes alegóricas a la agricultura, la ganadería, la ciencia y la artesanía en Gálvez. Buena parte de su obra se conserva en su casa estudio de Toledo.
