En noviembre de 2010 la ciudad de Toledo saldó, por fin, una deuda con San Juan de la Cruz, el gran poeta místico del renacimiento español que vivió nueve meses en una cárcel toledana, en el convento Nuestra Señora del Carmen. Hace seis años, una seis de noviembre por la noche, se inauguró en el claustro del convento de los Padres Carmelitas Descalzos de Toledoel monumento de San Juan de la Cruz realizado por Kalato, una escultura con historia, que fue donada por la familia.

Kalato la creó en 1995 por encargo de la Cofradía de Investigadores que quería rendir un gran homenaje a San Juan de la Cruz. Concibió la idea con mucha ilusión y diseñó un bello monumento alegórico de 8 metros que iba a estar instalado en Doce Cantos, aunque los avatares políticos y la falta de presupuesto hicieron que el proyecto se quedara en una maqueta que permaneció durante años en su estudio. Quince años después,  San Juan de la Cruz  encontró su lugar en la ciudad de Toledo y, desde entonces,  vive en el claustro del convento de los Carmelitas, aunque Kalato no pudo verlo hecho realidad, pero como recordó su viuda, Juli Gómez Barroso, en la inauguración de la escultura, «Kalato, desde la eternidad, estará encantado de que su San Juan, por fin, pueda ver la luz. ¿Dónde puede estar mejor que en su casa?», dijo. Y al lado de Santa Clara, la escultura que creó a principios de los 90 para la plaza del convento de la santa.